Este
era un hombre que ya estaba harto de no poder conseguir pescado para poder
vivir un poco más cómodo que antes, y es por esto que decidió poner en práctica
un nuevo sistema que hace solo algunos días había inventado.
Lo
que pretendía era emplear redes que, al ubicarlas en el río, se impidiera que el
agua las atravesara, de este modo el río se quedaría sin corriente, el cual les facilitaba
el escape a los peces. Además, el toque final del invento, consistía en una
cuerda de cáñamo, que estaba sujeta a uno de los extremos y de la que colgaba
una piedra con la que se iba golpeando el agua. Mientras esto sucedía, aquel
hombre pensaba:
Con
esta idea lograré que los peces tengan tantas ganas de escapar, que acudan
directamente a mi trampa.
Un
pescador que pasaba por el lugar, al ver lo que estaba haciendo, muy molesto le
dijo:
¿No
te das cuenta que con esto el agua que recibimos en el pueblo está llena de
fango porque no dejas de ensuciar el agua del río?
Mil
disculpas, me apena mucho saber que esto los molestara, pero es que esta es la
única forma que tengo de alimentarme y salir de una vez de esta pobreza – dijo
el pescador desesperado.
Moraleja: Tus
objetivos en la vida son importantes pero nunca lo hagas perjudicando a los
demás.
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